El veto al diésel procedente de Rusia que ha impuesto desde este domingo la Unión Europea en el marco de las sanciones económicas contra el Kremlin tras comenzar la invasión a Ucrania no supondrá en España un problema de suministro, ya que está «asegurado», según han indicado a Europa Press distintas fuentes gubernamentales y sectoriales.
Sin embargo, en cuanto al impacto de esta medida en el precio del gasoil en España, los especialistas consultados apuntan que dependerá de cómo se equilibren la oferta y la demanda y de cómo evolucione la cotización internacional propia de este carburante.
Fuentes de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) reconocen que «muchos analistas» resaltan que la ausencia del gasóleo ruso «supondrá un aumento de la cotización internacional del diésel» porque el país es uno de los principales exportadores de crudo y de gasóleo ya refinado. A ello se une que hay «muchos países» que tienen una gran dependencia del gasóleo ruso.
Sin embargo, desde la AOP consideran que también hay otros factores a tener en cuenta, como la recuperación de la demanda por parte de China tras el levantamiento de las medidas y restricciones ligadas al Covid-19. También advierte de otros aspectos a valorar, como que muchos países desarrollados están creciendo menos de lo esperado, a lo que también se suma el efecto de la inflación.
«Hay muchos factores y, por tanto, no se puede decir que a partir del 5 de febrero el precio del diésel subirá tanto. Habrá que ver cómo todos esos factores se equilibran», han valorado las fuentes de la AOP consultadas.
En ese sentido, uno de los aspectos en los que inciden es que el suministro en España está garantizado debido a que entre 2008 y 2012 se invirtieron en el país en torno a 7.000 millones de euros en las refinerías nacionales para hacerlas más «flexibles y competitivas», cosa que no ocurrió en el resto de Europa.
En este punto coinciden también las fuentes consultadas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que han recalcado que España cuenta con «una buena diversificación de crudos importados». «Las refinerías españolas, al contrario que un gran número de las europeas, han realizado fuertes inversiones para hacer frente a situaciones como las actuales y están preparadas para el procesado de diferentes tipologías de crudos y orígenes, con capacidad de procesar crudos diferentes a los rusos», han aseverado desde la cartera que dirige Teresa Ribera.
«También contamos con una amplia red de oleoductos que facilita la distribución completa de productos petrolíferos, y con 42 días de reservas estratégicas propiedad de Cores (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos) con control directo de la Administración y otras reservas de seguridad de la industria», han añadido.
Las fuentes de Transición Ecológica también han agregado que desde hace una década España presenta un saldo neto exportador de gasolinas y gasóleos, por lo que las sanciones sobre las importaciones de crudo y productos petrolíferos procedentes de Rusia, por sí solas, «no deberían suponer ningún problema al suministro». No obstante, han matizado que en España se pueden «sufrir los precios internacionales elevados».
En ese sentido, en la última semana el precio del gasoil en España se incrementó un 1% en relación con los siete días anteriores, hasta situarse en los 1,7 euros por litro, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Además, desde que comenzó el año el precio medio del diésel en España se ha incrementado en un 2,6% y llenar un depósito medio de 50 litros con este carburante es 14 euros más caro que hace un año, es decir, un 20% más.