Han implementado una red de suministro de HVO, un combustible de bajo contenido de CO2, en más de 650 estaciones de servicio en toda Europa. Los usuarios pueden acceder a esta red utilizando la Tarjeta DKV en vehículos diésel homologados por el fabricante.
Según Sven Mehringer, Director General de Servicios de Energía y Vehículos de DKV Mobility: «El HVO ofrece a nuestros clientes la oportunidad de reducir las emisiones de CO2 de sus flotas en hasta un 90%, sin necesidad de reconvertir o reemplazar los vehículos. Esto lo convierte en una herramienta eficaz para que nuestros clientes mejoren su huella de carbono.»
¿CÓMO SE PRODUCE? En hidrocarburos mediante reacciones catalíticas con hidrógeno. Estos aceites se pueden derivar de diversas fuentes, como colza, palma, otros aceites vegetales y materiales de desecho, incluso aceites de cocina usados, tanto vegetales como animales. Debido a la facilidad de recuperación de las materias primas utilizadas, el HVO se clasifica como un diésel renovable. Este combustible emite menos gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas durante la combustión.
El grado de reducción de emisiones varía según la fuente de las materias primas, el método de producción y la mezcla específica del combustible HVO. El HVO puede utilizarse como aditivo en combustibles diésel (por ejemplo, HVO20 o HVO30) o como combustible puro (HVO100).
Fuente: Ruta de transporte