La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha marcado un hito en la lucha contra los combustibles fósiles al expresar su interés en reactivar el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE).
En un encuentro informativo de Nueva Economía Fórum, Ribera resaltó la importancia del «fondo verde» como una herramienta clave y bien diseñada para impulsar la electrificación de la demanda, especialmente en áreas como el transporte y los usos térmicos. Aunque reconoció la actual incertidumbre debido a la volatilidad de los precios de la energía, la ministra indicó que aún no es el momento oportuno para activarlo.
Desafío en la transferencia de costos El ‘fondo verde’, objeto de intensas críticas por parte de sectores como el petrolero y el gasista, fue lanzado por el Gobierno en 2020 con el propósito de trasladar del sistema eléctrico al conjunto de usos energéticos el coste anual de aproximadamente 7.000 millones de euros asociado a primas e incentivos a las renovables (Recore).
Según la memoria económica del anteproyecto de ley, el sector petrolero asumiría más del 40% de las primas a las energías renovables para 2025. Sin embargo, la tramitación del fondo se pospuso en el Congreso de los Diputados en 2022, a raíz de la guerra de Ucrania y la crisis energética derivada del aumento en el precio del gas natural.
Electrificación como prioridad estratégica La electrificación se ha convertido en el núcleo estratégico para lograr los ambiciosos objetivos de descarbonización e integración de energías renovables en España. En 2023, más del 50% de la electricidad en el país provenía de fuentes renovables, alcanzando un hito histórico.
Destacando la importancia de la electrificación, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) ha subrayado su papel en sustituir consumos fósiles, contribuyendo así a los objetivos de descarbonización, aumento del uso de energías renovables y reducción de las importaciones de combustibles fósiles, que superaron los 90.000 millones de euros en 2022 debido a los elevados precios.
A pesar de los avances en la generación eléctrica renovable, es crucial impulsar tecnologías como la bomba de calor y el vehículo eléctrico. España, rezagada en comparación con otros países europeos, registra solo el 5% de las ventas de vehículos eléctricos y ocupa el quinto lugar en ventas de bombas de calor.
Objetivos renovables a nivel europeo En el ámbito europeo, la Unión Europea ha establecido objetivos ambiciosos para elevar la cuota de energías renovables al 42,5% para 2030. Los Veintisiete respaldan esta iniciativa, reconociendo la importancia de acelerar la integración de renovables en sectores rezagados como el transporte, la industria y la calefacción urbana.
La nueva directiva ofrece a los Estados miembros la flexibilidad de elegir entre la reducción de gases de efecto invernadero en el transporte o el aumento de la participación de energías renovables en el sector, estableciendo cuotas específicas para biocombustibles avanzados y combustibles renovables.
En resumen, aunque la activación de la propuesta de Teresa Ribera se pospone temporalmente debido a la volatilidad de los precios energéticos, la necesidad de electrificación y la búsqueda de alternativas sostenibles siguen siendo fundamentales para alcanzar los objetivos de descarbonización y uso de energías renovables en España.
Fuente: Elperiodicodelaenergia