La ACEA, Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, está reevaluando su situación en torno a la fabricación de coches eléctricos. Las ventas de estos vehículos han bajado sensiblemente, y las principales compañías no creen que puedan cumplir con las nuevas normativas en los límites de emisiones para el año que viene. Y pueden enfrentarse a multas millonarias.