Este endurecimiento de las sanciones a Venezuela es, sin duda, un revés al sector petrolero global.
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En tan solo los dos meses que Donald Trump lleva en la Casa Blanca ha puesto patas arriba el orden mundial internacional, tanto desde el punto de vista del multilateralismo como el económico. A su acercamiento a Rusia y amenazas a la soberanía de países como Canadá o Groenlandia, hay que sumar sus medidas económicas, que ponen en riesgo las finanzas a nivel global.
Entre sus decisiones más controvertidas está el reciente anuncio del Gobierno de Donald Trump de poner fin a la licencia de la petrolera estadounidense Chevron en virtud de la cual podía operar en Venezuela.
Sin duda, un duro golpe para el país bolivariano que principalmente repercutirá en los bolsillos de los ciudadanos y que podría, además, tener consecuencias a nivel global porque puede contribuir a otro éxodo migratorio de los venezolanos ante la falta de oportunidades laborales en su país.
Según ha podido saber LA RAZÓN este movimiento podría responder a un “chantaje” o demanda de algunos opositores venezolanos y los legisladores (estadounidenses) de Florida, que habrían exigido esta medida como moneda de cambio para apoyar la candidatura del republicano.
El asunto no es baladí y podría suponer un terremoto en el sector de los hidrocarburos con consecuencias que van más allá de la histórica relación bilateral maltrecha entre EE UU y Venezuela. En este sentido, está por saber si el anuncio del magnate republicano puede o no tener alguna consecuencia sobre los trabajos de otras compañías no estadounidenses en Venezuela, que operan bajo licencias especiales en proyectos relacionados con el petróleo o el gas. En un momento clave para la economía mundial, este movimiento puede poner patas arriba el orden mundial.
Este endurecimiento de las sanciones a Venezuela es, sin duda, un revés al sector petrolero global. Estados Unidos es un histórico comprador de petróleo venezolano, y el pico de las transferencias se dio en la década de 1990, cuando llegó a comprar 30 millones de barriles mensuales promedio, y continuó en menor medida a comienzos de los 2000, según datos de CNN.
No obstante, el intercambio se fue reduciendo a raíz de 2019, hasta que en 2022, cuando la Licencia 41 habilitó a Chevron a exportar crudo. En 2024 se exportaron sólo 6 millones de barriles mensuales en 2024, o un 3,5% del total de petróleo importado por Estados Unidos.
Estados Unidos es el segundo comprador más importante de petróleo venezolano. El primer comprador es China, que recibió en el mismo mes 503.000 barriles diarios. Europa, con 69.200 barriles diarios, y la India, con 68.000, ocupaba el tercer y cuarto lugar.
Fuente: La Razón. [/urcr_restrict]