Óliver Fernández (Repsol): «Los incentivos y subvenciones son necesarios, pero hay que simplificar el proceso burocrático para acelerar la movilidad eléctrica»

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El pasado martes 9 de julio, elEconomista.es celebró la tercera edición del Foro Movilidad: La revolución sostenible de la movilidad y la logística, un evento que reunió a destacados líderes implicados en el sector para analizar cómo la combinación de sostenibilidad, tecnología y colaboración están redefiniendo la movilidad del presente y la prepara para los retos del futuro. En una primera mesa de debate moderada por Rubén Esteller, subdirector de elEconomista, Óliver Fernández, director de Movilidad Eléctrica de Repsol, abordó los puntos clave del gran reto que supone el despliegue actual de la infraestructura de recarga y la perspectiva de la multienergética como uno de los actores principales.

En su intervención, Óliver Fernández subrayó la importancia de poner el foco en la descarbonización para abordar cualquier proceso que persiga una movilidad más sostenible, destacando que no solo la electrificación es la solución para este desafío. «En Repsol creemos que el objetivo es la descarbonización y no hay una única solución posible. La electrificación es una de ellas, con sus retos, pero también los combustibles renovables son una gran ayuda», afirmó. Un ejemplo tangible que corrobora este planteamiento es la planta de Combustibles Renovables de Repsol en Cartagena, que permitirá evitar la emisión de 900 mil toneladas de CO2 al año e implica un impacto más que significativo considerando que el sector transporte en España emite 50 millones de toneladas de CO2 al año.

Transición de la movilidad eléctrica

Enfocados en el ámbito de la movilidad eléctrica, la estrategia de Repsol es clara. «Nosotros empezamos en octubre de 2010, cuando solo había 73 vehículos eléctricos en España y el que mayor capacidad de batería tenía era de solo 23 kW/h. Desde ese año hasta el día de hoy, hemos recorrido bastante camino. Tenemos un parque de cerca de 500 mil vehículos y las baterías han cuadruplicado su rendimiento con bastante normalidad», comentó Óliver Fernández, añadiendo que la aproximación de Repsol no es simplemente aumentar la cantidad de puntos de recarga, sino desarrollar una red inteligente que se adapte a las diversas necesidades de los usuarios. «La movilidad en general está cambiando a pasos acelerados. No es lo mismo la necesidad de una empresa de última milla, que la necesidad de recarga de un VTC o la necesidad de recarga de un particular que trabaja en el centro de la ciudad o aquel que necesita viajar frecuentemente por España. Son necesidades muy diferentes y hay que resolver distintos retos, y en eso estamos trabajando», explicó.

Hoy en día, Repsol cuenta tanto en ámbito público como en privado con más de 4.000 puntos de recarga, lo que supone un gran progreso, pero aún hay limitaciones. «Actualmente tenemos más de 1.500 puntos de recarga públicos operativos, fruto de un acelerón que iniciamos a principios de este año, donde teníamos menos de 1.000. Por supuesto que ha habido grandes avances para este despliegue, incluyendo la simplificación de los permisos, pero todavía es necesario impulsar muchas otras medidas para agilizar la implantación que se necesita», añadió.

En este sentido, Fernández subrayó la importancia de centrarse no solo en incentivos y financiación, sino también en la simplificación burocrática para acortar los plazos y permitir un desarrollo rápido de la infraestructura de recarga. «A lo mejor tardamos 15 días en instalar un punto de recarga, pero existe un retraso en promedio de 15 meses para tener la autorización para abrirlo. Es ahí donde tenemos que incidir», señaló.

Soluciones para mejorar el proceso de despliegue

Para agilizar el despliegue y ofrecer certidumbre a quienes están desarrollando la infraestructura de recarga, Óliver Fernández propuso cuatro medidas clave. En primer lugar, destacó la importancia de una planificación a largo plazo. «Es fundamental que haya una planificación de tres o cinco años vista basada en la colaboración entre todos los actores que estamos desplegando infraestructuras de recarga y las distribuidoras para saber dónde se necesita», explicó. Esta planificación permitiría obtener una financiación adecuada y programar las acciones necesarias con antelación.

En segundo lugar, hizo hincapié en la importancia táctica de tener información accesible en tiempo real sobre la disponibilidad de potencia en los lugares propuestos para los puntos de recarga. «Este ‘mapeo’ debería ser algo muy básico teniendo en cuenta el año en el que estamos, no tendríamos que hacer una solicitud de potencia, que implica retrasos e inversiones innecesarias por cometidas», añadió. Además, Fernández señaló la necesidad de simplificar el proceso burocrático mediante la creación de una ventanilla única que permita una atención continua y una tramitación más eficiente de los permisos.

Por último, Fernández abogó por establecer tiempos de respuesta predeterminados y estipulados en función de la potencia que se solicite. «El 1 de julio lanzaron en la India un proyecto que establece que, si se solicita un punto de recarga en ámbito urbano, deben responder en 3 días; fuera del ámbito urbano, en 7 días; y en ámbito rural, en 15 días. Si no hay potencia disponible, el tiempo de respuesta es de 90 días. ¿No podríamos implementar algo similar en Europa y España?», sugirió.

Enfoque en el cliente y oferta multienergética

En su intervención, el representante de Repsol también destacó la importancia de simplificar la vida de los clientes a través de una oferta integral de servicios energéticos reunidos en una sola aplicación.

«Con nuestra filosofía de poner al cliente en el centro y ser su proveedor de multienergía, tenemos Waylet, la app de Repsol, alrededor de la que pivota todo nuestro esquema de fidelización y de ofertas», explicó. Esta app, que cuenta con más de 8 millones de clientes registrados, funciona como monedero virtual y sirve para acumular saldo. Dependiendo de los Planes Energías para ahorrar que tenga contratado el cliente, acumulará más beneficios que podrá usar en repostajes, recarga eléctrica, etc.

Fuente: El Economista

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