Desde que la UE comenzó con sus medidas para llevar a cabo el proyecto europeo de liberación de gases contaminantes, Alemania se inquietó. Las decisiones conducían a un escenario en el que solo los eléctricos serían los admitidos en el nuevo contexto europeo.
La norma inicial del Parlamento Europeo establecía que a partir del 2035 no se venderían más vehículos de combustión. Esta medida dejaba fuera a las grandes potencias de la industria de motor sostenidas por los sistemas de combustión.
Es así que Alemania e Italia presentaron su propuesta de que se incluyera en los vehículos admitidos los que funcionan con combustibles sintéticos. Y la Comisión del bloque, presionada por estas dos potencias, aceptó la inclusión de estos sistemas como excepción a la regla.
Alemania afirma su decisión de competir con los eléctricos
Al igual que lo hicieron la mayor parte de los países europeos, las industrias de automóviles comenzaron a dedicar tiempo y dinero a la fabricación de eléctricos. Y ahora viven momentos de lucha para lograr la competitividad en un mercado que se caracteriza por la voracidad.
A nivel gubernamental se crearon medidas para contribuir a la sostenibilidad. Entre ellas se estableció la subvención en las compras de vehículos eléctricos. Esta fue una medida generalizada en los países del bloque.
Con todo, los números en los balances económicos no cierran. Berlín ha decidido recortar el gasto público. Retirar las subvenciones que tienen que ver con la ecología ha sido uno de los recortes.
La bonificación que promueve la compra de vehículos eléctricos tenía su vencimiento dentro de un año. Pero el Ministerio de Economía lo ha adelantado y ha anunciado el fin inmediato de la medida.
Cambios drásticos en el panorama del mercado de eléctricos en Alemania
La medida de la eliminación de la subvención en la compra de eléctricos ha provocado el desconcierto de los fabricantes y vendedores.
La bonificación estatal reducía hasta en 4.500 euros el coste de estos coches. Además, los fabricantes y los Lander habían dispuesto una bonificación especial. Todos estos beneficios implicaban que el precio de un coche eléctrico alemán costara 7.000 euros menos.
¿Por qué el gobierno alemán deja de subvencionar la compra de eléctricos?
Aunque a simple vista la eliminación de la bonificación parece una medida arbitraria y casi de rebeldía, en realidad tiene su razón de ser. Se justifica por decisiones y hechos que han obligado al gobierno a tomar la medida.
El Tribunal Constitucional alemán había asignado 60.000 millones de euros de fondos europeos de la pandemia de COVID hacia la transición ecológica. Esto generó un déficit en el presupuesto. Por lo que el tribunal decidió retirar la reasignación para este fin.
Ha sido una cadena de decisiones en la que cada eslabón impacta en el siguiente. En este caso, la decisión del Tribunal Constitucional obligó al gobierno a abandonar las ayudas económicas que venía brindando a la compra de vehículos eléctricos. Y esto genera un estado de situación desesperante para las industrias.
En el 2024 la bonificación total ascendería a 6.750 euros para compra de coches de 45.000 euros. Sin ella, los fabricantes alemanes anticipan el desplome de la venta de eléctricos, que ya se evidencia en los meses del año transcurridos.
Sin la bonificación se anticipa un 40 % menos de ventas. Para equilibrar el mercado, las marcas han elaborado proyectos para compensar la falta de la bonificación estatal. Audi, Volkswagen, BYD, CUPRA, Dacia, MG, y hasta Tesla, prometen descuentos que podrían llegar a los 6.750 euros que asignaba el gobierno.
El mundo del motor está evaluando que las subvenciones desequilibran los presupuestos. Si bien Alemania fue drástica en las medidas, hay otros países europeos y asiáticos que están intentando equilibrar el presupuesto desarticulado por los estímulos.
Fuente: La Grada Motor